Elizabeth Gaskell (1810-1865) es una de las más notorias escritoras victorianas, gran amiga de Charlotte Brontë, que obtuvo merecida fama, sobre todo, por sus novelas realistas. Fue el mismo Dickens, quien le pidió que escribiera este relato de fantasmas. Su prosa elegante, la elección precisa del léxico, el ritmo bien concebido, la caracterización psicológica de los personajes y el ambiente claustrofóbico se van tejiendo a fuego lento. La narración se centra en la culpa, generada por la envidia, los celos, el odio y la relación tóxica entre las hermanas, verdaderos antagonistas de la historia de esta niñera protectora.