Sembrando Futuro

Nikolái Gógol

Nikolái Gógol

Nikolái Gógol, gran genio ucraniano de la literatura eslava del siglo xix, cultivó gran variedad de géneros, pero fue más conocido como dramaturgo, novelista y escritor de cuentos cortos. Con un dominio inigualable de lo absurdo, sus extraños cuentos no solo son muestra de las cumbres que puede alcanzar la fantasía humana, sino que también entrañan contundentes demandas de cambio social y crítica política.

Hijo de un pequeño terrateniente, a los diecinueve años se trasladó a San Petersburgo para intentar, sin demasiado éxito, trabajar como actor y, luego, labrarse un futuro como burócrata de la administración zarista. Entre sus primeras obras destacan Veladas en un caserío de Dikanka, Mírgorod y Arabescos. En 1836 publicó la comedia El inspector, una sátira de la corrupción de la burocracia que obligó al escritor a abandonar temporalmente el país. Instalado en Roma, en 1842 escribió buena parte de su obra más relevante, Almas muertas (publicada en 1843), en la que describía sarcásticamente la Rusia feudal y que le encumbrará como autor de éxito. Otras obras de Gógol son El capote (1842) o Novelas de Petersburgo (1843).

En 1848 lleva a cabo una peregrinación a Tierra Santa en la que se agudiza su sentimiento religioso, que se convierte en fanatismo: su objetivo es purificarse para purificar así a Rusia. Deteriorada su salud, y tras varios intentos de elaboración de un segundo libro de Almas muertas que finalmente destruye, Gógol fallece en 1852 en Moscú.